Doña Griselda Guizado Gironda, dio inicio a un pequeño negocio, que con el tiempo se convertiría en una prestigiosa fábrica de sabrosos tamales, tan tradicionales en nuestra capital, como en nuestro país.
Doña Julia Guizado contrae matrimonio y es la señorita Alicia Guizado, la otra hija, quien toma las riendas del pequeño negocio, Doña Alicia, soltera, visionaria y muy dueña de un espíritu comercial y emprendedor, se propone no solamente a formalizar el negocio sino a hacerlo crecer de manera decidida.
toma contacto con las tiendas “Todos”, de propiedad del potentado Rockefeller, gerenciadas por un señor de apellido Tay, secundados por los mexicanos Torres y por otros ejecutivos dominicanos, portorriqueños y hondureños. Rápidamente se incrementa la demanda de los tamales de Doña Alicia, llegando a producir 1500 humitas por semana, de las cuales 1000 eran dulce y 500 saladas.
tras el golpe militar, las Tiendas “Todos” pasan a propiedad de la familia Izaga, manteniendo a Doña Alicia como firme proveedor. Se abren las tiendas “Galax”, y la demanda de los tamales sigue aumentando, teniendo que elevar la producción a 6000 unidades por semana.
continua el abastecimiento a la exigente clientela, entre las que se encontraba la bodega “Mariátegui”, en San Isidro, cuyo dueño de origen oriental era compadre de Don Erasmo Wong. Es en esta bodega donde Don Erasmo prueba los tamales de Doña Alicia, solicitando para su bodega de la calle 2 de Mayo, del mismo distrito, un primer pedido de 10 tamales de pollo y 5 de chancho. Cumplido el primer mes, los pedidos de Don Erasmo ya eran de 50 Tamales de Pollo y 50 Tamales de chancho, por semana.
La salud de Alicia Guizado empieza a quebrantarse viendo conveniente delegar funciones, para ello llama a su principal y permanente colaborador, (ya no tenía hijos) su sobrino Pedro Montjoy Guizado, hijo de su ya fallecida hermana Julia, y lo pone al frente del negocio.
Con Pedro Montjoy al frente del negocio, el objetivo va cambiando: mantener el prestigio alcanzado por su tía Alicia, y si es posible superarlo.
Don Pedro Montjoy no está solo en el negocio, pues trabaja al lado de sus hijos Jesús y Paola , y fruto de este trabajo en equipo lanzaron la marca “RECUTECU” de Corporación Montjoy, comercializando a parte de los tamales criollos , el tamal empacado al vacio” para exportación, el cual tiene 1 año de duración “sin refrigeración” que promete desde ya llenar ese nicho en el mercado extranjero, conformado por aquellos peruanos, que se encuentran lejos de su Patria, pero que añoran ese incomparable sabor peruano.
Actualmente Recutecu atiende a las principales cadenas de supermercados del Perú, El nivel de producción llega ahora a 49,000 tamales semanales y 196,000 tamales mensuales aproximadamente.